miércoles, 15 de abril de 2015

Bilogía "Contra el viento del norte" y "Cada siete olas"

Regresamos con la reseña de Nuria Bernal de la bilogía “Contra el viento del norte” y "Cada siete olas". Esperamos que os guste.

Contra el viento del norte:
En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. ¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?




Cada siete olas:
1) ¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente por e-mail.

2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? Comienza a leer Cada siete olas.
3) ¿Te dispones a abrir este libro sin conocer Contra el viento del norte? Aquí tienes el equipaje necesario: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada…
Daniel Glattauer vuelve a cautivar a los lectores y a la crítica internacional con su peculiar mirada sobre las relaciones amorosas en nuestro tiempo. Emmi y Leo nos enseñan que, después de que seis olas rompan en la orilla llega la séptima, y ésa trae siempre muchas sorpresas.












Son, con diferencia, los dos libros que más me han gustado de todos los que he leído.
Daniel Glattauer narra de una forma tan inteligente, atrayente y atípica una tan bonita, diferente y no por ello menos interesante historia de amor entre dos adultos.
Emmi Rothner está “felizmente casada” y tiene dos hijos, aunque ninguno de ellos sea suyo, y ese es el mayor de los tantos impedimentos de su historia de amor física.
Todo comienza con estos correos:

15 de enero
Asunto: Baja
Querría anular mi suscripción. ¿Es posible hacerlo por esta vía?
Un cordial saludo,
E. Rothner

18 días después
Asunto: Baja
Quiero anular mi suscripción. ¿Es posible por correo electrónico? Les ruego me
envíen una breve respuesta.
Un cordial saludo,
E. Rothner

33 días después
Asunto: Baja
Distinguidos señores de la editorial Like:
Si la finalidad de su insistencia en pasar por alto mis intentos de retirar una suscripción es vender más números de su producto, cuya calidad no cesa por desgracia de bajar, lamento comunicarles que no pienso seguir pagando.
Un cordial saludo,
E. Rothner

Ocho minutos después
Fw:
Se ha equivocado usted de dirección. Ésta es mi dirección particular: woerter@leike.com. Usted quiere escribir a woerter@like.com. Es la tercera persona que me pide que le dé de baja de la suscripción. La revista debe de haberse vuelto francamente mala.

No parece haber ninguna atracción hasta que llegan los verdaderos “primeros correos”:

Nueve meses después
Sin asunto
Feliz Navidad y un próspero año nuevo, les desea
Emmi Rothner

Dos minutos después
Fw:
Querida Emmi Rothner:
Aunque casi no nos conozcamos de nada, le agradezco su cordial y sumamente original correo colectivo. Sepa que adoro los correos colectivos dirigidos a una masa de la que no formo parte.
Atte., Leo Leike

18 minutos después
Re:
Perdone que le moleste por escrito, señor Atte. Leike. Se me deslizó usted por error en mi cartera de clientes, cuando hace unos meses quería anular una suscripción y por descuido escribí a su dirección de correo electrónico. La borraré ahora mismo.
P.D.: Si se le ocurre una expresión más original que "feliz Navidad y un próspero año nuevo" para desearle a alguien "feliz Navidad y un próspero año nuevo", le ruego que me la comunique.
Hasta entonces: ¡feliz Navidad y un próspero año nuevo!
E. Rothner

Virtualmente, establecen una relación que sólo ellos entienden, se hablan todos los días a cada minuto, hasta que todo los supera e intentan verse, pero, como de costumbre, la historia no puede ser normal, y no se citan para conocerse, sino para reconocerse. Emmi, intrigada por el aspecto físico de su Leo, acude. Leo, intrigado por darle vida a su ya mentalmente dibujada Emmi, va también.

Estoy totalmente de acuerdo con Hamburger Abendblatt:
Una novela dramática, loca, tierna, maravillosa y sobre todo emocionante... Un juego espléndido sobre la fantasía y la imaginación... Imprescindible.

Ya no es sólo la historia, sino cómo Daniel Glattauer juega con las palabras para hacer del libro una verdadera novela romántica.
Además, es tan emocionante y fresca que no puedes parar de leer, no como las historias adolescentes “normales”. Tanto me gustó que en cuanto los acabé por primera vez, busqué más obras de este autor.
Viajes, encuentros, engaños, desengaños, sorpresas, secretos... todo tratará de separarlos, pero su amor no cesará a pesar de todo. ¿O sí?

Vuelvo con mis ya conocidos intereses en las mejores frases, mi favorita es: “Nunca habíamos estado tan cerca y al mismo tiempo tan lejos.”

Esta la destaco por el verdadero “don” que tiene el autor de hacer el amor con las palabras: “Hasta hace tres meses habría escrito: se llama Marlene. Hoy, se llamaba. Después de cinco años de presente sin futuro, por fin me he resignado al pretérito imperfecto.”

No es que me guste, pero deja claro el por qué de su “no-primera cita”, como ellos la llaman: “Hay un problema: si me reconoces, sabrás cómo soy; y si te reconozco, sabré cómo eres. ¿Será el final de nuestra fascinante historia?”

También es muy buena y frecuente en la historia la siguiente: “Una evasiva también es una respuesta.”

Esta es una de las mejores frases que Leo le escribe ebrio, (cuando es más filosófico): “Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es besar con la mente.”

Me encantaría besarte. Me da igual qué aspecto tengas. Me he enamorado de tus palabras.”

Aquí, Daniel, destaca la personalidad de Emmi Rothner, y una de sus diferencias con Leo Leike: “Soy una persona que necesita partir de lo peor para desarrollar fuerzas suficientes para soportarlo luego si resulta cierto.”

Una de las que más me gustan es: “Cuando veo que llega un mensaje tuyo, me palpita el corazón. Hoy, ayer y hace siete meses.”

No podemos vivir lo que escribimos.”

“No es posible que seas mi primer y mi último pensamiento de cada día hasta el fin de mi vida.”

En el fondo, todo final es también un principio.”